En cada bocado que daba se oía el chasquido de sus dientes al igual que roén las ratas.
Le invadía la ansiedad cada vez que mordía ese manjar que sobresalía por todos lados del bocadillo .
Engullia el solitario hombre.
Mientras yo, no me atrevía ni a mirar; pero; a el le divertía verme sufrir.
Como se reía de mi martirio.
Me mantenía atada en una silla y amordazada frente a el.
Ser despreciable.
Su aspecto era sucio ; tendría no más de treinta años , en cambio parecía tener cincuenta.Su pelo estaba lleno de rastas y sus manos estaban llenas de hollín.
Sus dientes eran muy afilados acababan en punta.
y sus uñas eran largas y estaban llenas de porquería.
-Mirame; decia.
Yo intentaba quitar la vista ,pero me tenía atada una cuerda al cuello ; y si no miraba, me apretaba hasta casi ahogarme.
A cada bocado que daba me daban arcadas; de ver como hincaba sus uñas y sus afilados dientes,en ese trozo de carne de lo que un día fue mi novio.
El pobre había sido despedazado a trocitos y colgado como se cuelga una matanza; en la habitación que había al lado .
El desgraciado me fue enseñando cada parte, hasta conseguir que yo de la histeria me desmayase.
No era para tanto me dijo el muy cabrón.
-No se como estabas con ese tipo .
Como estabas loquita por sus huesos , te haré un caldo esta noche con ellos.
Me quito la mordaza con la condición que no chillara.
-Matame le roge o dejame marchar.
El inhumano que había hayanado nuestra casa, dijo.
Te dejare marchar con una condición.
Tendrás que hacerme el amor.
Yo acepte pero como confiar en alguien así.
Me dejo en la silla y se acerco a mi;me abrió las piernas y me arrancó las bragas.
Su asquerosa boca ahora estaba en mis bajos fondos.
Ser repulsivo ; Sentía su lengua dentro de mi; y yo, yo lloraba lágrimas de sangre.
Le pedí como pude que se apartará y para convencerle le dije que me soltará para poder ponerme encima suya.
Al final le pudieron las ganas , y me puso de pie con las manos atadas pero con una distancia entre ellas por una cuerda para que me pudiera mover y así másturbarle.
Se sentó en la silla y me coloco encima de el; hasta clavarmela.
Nunca senti tanto asco .
Mientras el intentaba meter su lengua dentro de mi boca ,yo intentaba empujar su cabeza hacia atrás con la mía.
Espere el momento adecuado, y cuando estaba llegando al orgasmo aproveche para rodear su cuello con la cuerda que tenia atadas mis manos. Apreté tan fuertemente como pude , el me empujaba pero yo estaba dentro de él no tenia escapatoria.
Apreté mis muslos con rabia mientras su garganta expiraba su última bocanada.
El desgraciado se corrió mientras moría.
Porfin había terminado este tormento;
Pero como olvidar todo aquello.
Mi vida ya nunca seria igual.
martes, 24 de febrero de 2015
HAMBRE
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