El viejo asesino distraía a los niños con piruetas y chistes mientras los padres le pagaban al gracioso payaso sin saber lo que en realidad era.
En un mundo lleno de fantasía y color distraía a esos seres inocentes, regalandoles caramelos dulces que estaban llenos de hiel.
Se acercó hasta un niño en un parque no muy lejos de donde vivía este.
Le enseñó el payaso, y le hizo una bonita figura.
-¡Cómo lo haces? -pregunto .
El payaso le respondió.
-Sí quieres que te enseñe ven conmigo tengo más globos en el coche.
Agarrándose de la mano el niño confiado de tan familiar imagen, fue con el.
Cuantas veces había visto que los payasos eran buenos y graciosos.
Así que no le estaba desobedeciendo a su madre, pues para el no era alguien extraño.
Mientras sujetaba el globo que el payaso le había regalado se veía caer el cuerpo sin vida del pequeño inocente; mientras el globo manchado de sangre volaba por el cielo , como el alma del niño de ese cuerpo inerte.
El payaso lloro pero no podía dejar de hacerlo.
Era su espectaculo y el era el protagonista de tan triste historia
Creado:Inma R
viernes, 6 de marzo de 2015
EL PAYASO
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