domingo, 27 de agosto de 2023

DEVORÁNDOME

Hacia mucho tiempo que quería ser madre .
Siempre había soñado con un embarazo idealizado en el que todo era perfecto .Pero nada más lejos  de la realidad.
Desde el primer instante aún sin saber que ya estaba dentro de mi sentir un gran peso en mi interior .
¿Cómo algo tan diminuto podía hacerme sentir  esa losa dentro de mi.?
Cada día se convertía en un torbellino de emociones en el que a cada mes se volvía más y más insoportable .
A pesar de mi angustia ,necesitaba comer a todas horas y nada me saciaba .
Era como tener un gran vacío en mi ser .
Llegué a sentir tanta hambre,que cuando me quedaba dormida soñaba que estaba delante de carne cruda y la devoraba con ansía .
Este pequeño monstruito me hacía no ser yo .
Llegó  a tal punto mi obsesión que empecé a comprar carne cruda y comerla .
¡Cuanta más fresca y sangrienta mejor !.
Parecía que así era la única forma en la que el bebé  se calmaba y me dejaba descansar un poco .
Así aguante durante dos meses más,pero al llegar al octavo mes,el dolor era tan grande y la angustia si no le daba de comer lo que necesitaba,que sucumbí a sus deseos .
Después de probar todo tipo de vísceras y todo lo que parecía gustarle por mucho asco que me diese,mi gato que no paraba de lamerme la cara y los restos de de sangre que habían en mis manos y mis mejillas ,algo tan doloroso como deseoso hizo que viese al pobre gatito como el mejor manjar. 
El bebé  estaba de acuerdo ,porque cuanto más intentaba alejarme de él mínino,más dolores tenía en mi interior.
Golpeaba a mi barriga con todas sus fuerzas dejándome casi aturdida .
Sin poder aguantar más ,llame cariñosamente al gatito y me lancé  de lleno a devorar el gran manjar .
El gato se resistió,¡pobrecito!. Pero a pesar de que me mordió y me arañó ,acabe hincándole  un cuchillo y devorarlo vivo .
Siento decir que es la primera vez que me sentí saciada .
Esa noche me duché y me acosté feliz.
¿Feliz?¿Como podía estar feliz?. 
Algo en mi estaba cambiando .
Decidí que no volvería a pasar nunca más. 
Me gustaba demasiado .
A partir del día siguiente empecé a comer solo verduras y leche .
Los primeros días parecía que todo iba a ir bien ,pero nada más lejos de la realidad .
A la semana siguiente mientras me duchaba el bebé parecía más inquieto de lo normal .
El dolor esta vez era diferente .
Las contracciones empezaron y en nada tendría a mi hermoso y maquiavélico bebé.
No siquiera había querido ponerle nombre no saber su sexo. 
Pero intuía por su fuerza que era un niño.
Ya no me dio tiempo a mas,en la misma ducha de la que ya no pude salir ,me di cuenta que estaba hambriento y enfadado por las patadas que daba .
Y algo en mi interior me desgarraba poco a poco .
El dolor me tiró al suelo e intenté llegar al móvil pero era demasiado tarde porque aquel ser no estaba buscando la salida por la vagina.
Estaba devorandome ,el monstruo se comió mis entrañas castigándome por no alimentarlo como el quería.
AUTORA..Inma Rivera

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